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Remedios caseros para la congestión nasal
La congestión nasal o nariz tupida, es un problema de salud común que afecta a millones de personas. Se produce cuando hay una obstrucción de las fosas nasales, por lo general cuando la membrana que recubre el interior de la nariz y los vasos sanguíneos se inflaman, provocando la sensación de obstrucción, así como goteos mucosos y estornudos.
– Comidas Picantes:
En muchas culturas se emplean los picantes para reducir el problema. Agregar pimienta negra o roja a una sopa de pollo puede ayudar a abrir los senos nasales, permitiendo que disminuya la inflamación de la nariz. Muchos alimentos picantes como el curry, las sopas chinas, algunos platos mexicanos… pueden contener pimientos y especias que pueden ayudar a aliviar la congestión Todos ellos aligeran la congestión nasal.
– Vapores:
Una buena manera de ayudarse es frotando un poco de Vapor Rub en el pecho o bajo la nariz. Este compuesto tiene mentol, lo que ayuda temporalmente a abrir las fosas nasales. Hay diferentes marcas, pero todas funcionan esencialmente de la misma forma.
Además, mediante el vapor de agua se puede aliviar la congestión. Hay dos técnicas posibles: darse una ducha bien caliente, ya que el vapor de agua abre las fosas nasales, o poner a hervir agua en una cacerola y luego realizar inhalaciones. El vapor que penetra en las vías respiratorias reduce considerablemente el bloqueo de las vías nasales. Si tiene un vaporizador en casa, puede ponerle aceite de eucalipto y funciona muy bien para la congestión.
–Bebidas calientes:
Otra forma para descongestionar la vías aéreas es tomar bebidas calientes. El té verde es muy beneficioso para luchar contra la congestión. Pero en general, cualquier infusión como té o sopa de pollo, son curas antiguas para los resfriados y facilitan que se desinflame esa área, al respirar el vapor mientras se beben. Trate de evitar mucha cafeína, pues puede empeorar la situación.
– Para dormir mejor…
Las noches son muy difíciles cuando estamos congestionados. La posición totalmente horizontal puede empeorar la congestión, por lo que a la hora de dormir trata de elevar la cabeza lo más posible utilizando unos almohadones. Esta posición ayuda a que la nariz drene mejor y destupe los conductos nasales que están bloqueados.
– Compresas calientes:
Colocar una toalla caliente y húmeda debajo de sus ojos alienta drenaje de los senos. Esto puede aliviar la congestión y el dolor asociados con alergias o un resfriado. Puede aplicar compresas calientes varias veces al día como sea necesario para aliviar la congestión. Presionando suavemente sobre la compresa caliente pueden cambiar los huesos faciales para permitir un mejor drenaje de los senos nasales.
– El té de tomate:
Existe una fórmula llamada té de tomate que puede ser muy útil en estos casos, ya que abre los senos nasales y le da al cuerpo un impulso muy necesario de vitamina C para ayudar a mejorar el sistema inmunológico. Combine una taza de jugo de tomate V8, una cucharadita de ajo picado, ½ cucharadita de salsa picante, y una cucharadita de jugo de limón. Puede calentar los ingredientes en una olla en la estufa o en un recipiente en el microondas. Asegúrese de tomar el té de tomate caliente. El jugo de tomate contiene grandes cantidades de vitamina C, que ayuda al sistema inmunológico. El ajo también ayuda a combatir las infecciones. La salsa picante sirve para abrir los senos nasales y reduce la congestión nasal.
– El aceite de orégano:
El aceite de orégano es un aceite esencial conocido por su capacidad para fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud respiratoria. Puede agregar 2 o 3 gotas de aceite de orégano a su jugo favorito y beberlo 3 o 4 veces al día para tratar la congestión nasal. También puede agregar 8 gotas de aceite de orégano en agua caliente y respirar el vapor. Esto le ayudará a abrir los pasajes nasales para reducir la congestión nasal.
– Solución Salina:
La Solución salina en aerosol es uno de los tratamientos más comunes para la congestión nasal. Está disponible en supermercados, farmacias y tiendas de abarrotes. Usted puede incluso hacer su propia solución salina con facilidad y a bajo costo. Hierva 1 taza de agua a hervir y agregue 1/4 cucharadita de sal no yodada y un 1/4 cucharadita de bicarbonato de sodio. Revuelva suavemente hasta que la sal y el bicarbonato de sodio se diluyan, dejando el agua un poquito turbia. Deje que la solución se enfríe hasta que esté a temperatura ambiente y colóquela en un recipiente limpio y esterilizado de 8 onzas. También puede comprar solución salina de uso hospitalario y verterla en un frasco estéril que tenga gotero (algunas farmacias ya lo venden envasado en frascos con gotero), de esta forma podrá aplicarlo con facilidad. Esta es una buena alternativa tanto para adultos como para niños.