Cuando sufrimos una pequeña lastimadura, raspones, cortes o heridas leves, lo primero que hay que hacer es lavar bien la zona para evitar cualquier infección. Luego podemos aplicar algún cicatrizante y desinfectante de los que siempre hay en un botiquín de primeros auxilios.
Pero si encontramos que en el botiquín no hay ningún cicatrizante ni desinfectante para heridas leves (o si ni siquiera encontramos un botiquín), podemos echar mano a algunos remedios caseros para heridas con productos que seguramente tendremos en la cocina.
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Remedios caseros para heridas
-Azucar:
Siempre hay que lavar muy bien la zona afectada con agua y jabón. En caso de que siga sangrando podemos aplicar azúcar blanca en cantidad suficiente para cubrir toda la herida. El azúcar acelera la coagulación de la sangre y ayuda a cicatrizar. Hay que dejar actuar el azúcar unos 5 minutos antes de lavar nuevamente con agua. La azúcar actúa como antibacteriana y regeneradora del tejido cicatricial.
-Cebolla:
Otro remedio casero para heridas lo tenemos en la cebolla. La cebolla tiene propiedades antisépticas y desinfectantes y, al contrario que el azúcar, puede ser usada por personas diabéticas. Se utiliza la piel que se encuentra entre una capa y otra de la cebolla, cubriendo la herida con ella.
-Agua, sal y limón:
También podemos usar una mezcla de agua tibia con sal común y zumo de limón. Para esto agregamos una cucharada de sal a un vaso de agua tibia y unas gotas de limón. Luego enjuagamos la herida con este agua.
-Aloe Vera:
El aloe vera es otra planta medicinal muy útil para curar heridas. Es antiséptica y ayuda a regenerar la piel, ideal para evitar que queden cicatrices o marcas en la piel. Se debe aplicar aloe sobre la herida una vez al día hasta que sane completamente.
-Ajo:
El ajo es un remedio casero para curar heridas, raspones y llagas. El ajo contiene propiedades antibacterianas que protegen contra la infección; aunque debemos usarlo con cuidado, ya que puede irritar la piel enormemente, así que no debemos dejarlo más de veinte minutos en contacto. Mezcla tres dientes de ajo con una taza de vino en una procesadora, déjalo reposar dos horas y pon la mezcla sobre la herida limpia dos o tres veces al día.
-Miel:
No solo las abejas son atraídas por la miel: también lo son los gérmenes cuando esta es aplicada sobre una herida. La miel se encarga de deshidratar las bacterias en la herida, dejándola limpia y libre de infecciones. Limpia la herida, coloca un poco de miel en una gasa esterilizada y tapa la herida con la misma.
-Vinagre blanco:
Pon una cucharada de vinagre blanco en un litro de agua para limpiar las costras de las heridas, permitiendo eliminar las bacterias de la zona y limpiando en profundidad sin necesidad de que se lastime aun más. Ten en cuenta que el vinagre puede picar un poco.